The
Grey (USA,
2010).
Dirección:
Joe Carnahan.
Intérpretes:
Liam Neeson, Dallas Roberts, Frank Grillo, Dermot Mulroney, Nonso
Anozie.
Guión:
Joe Carnahan, Ian Mackenzie Jeffers.
Música
original:
Marc Streitenfeld.
Fotografía:
Masanobu Takayanagi.
Montaje:
Robert Barton, Jason Hellmann.
Idioma:
Inglés.
Duración:
117 minutos.
El
hombre y el lobo
Tras
rodar una película tan pasada de rosca como El
Equipo A,
Joe Carnahan se atreve con un thriller
de pretensiones existencialistas.
Ha pasado de un producto que no se tomaba en serio ni lo más mínimo,
a otro que persigue solemne trascendencia. Una historia de un grupo
que lucha por la supervivencia, cuya cabeza visible es un personaje
al que apenas le quedan ganas de seguir viviendo.
Lo
que menos interesa es precisamente la pedantería que se instala en
las reflexiones de este solitario personaje mortalmente herido por
una dolorosa perdida. Una gravedad que no era necesaria, y cuya
manifestación en una afectada voz en off
resulta
ridícula.
Tampoco hay demasiado tino en el intento (fallido) de dar cierta
profundidad a unos personajes que, con dificultad, escapan del
estereotipo o los diálogos absurdos.
Lástima,
porque la esencia del film es lo bastante atractiva por sí misma.
Dando un giro a la estructura del slasher
(ese género en el que las víctimas son asesinadas de una en una),
nos encontramos con que los asesinos son lobos. Y las víctimas, en
lugar de adolescentes hormonados, son adultos ya muy curtidos.
Infierno blanco
podría haber sido una rabiosa cinta de terror con la descarnada
lucha entre hombre y naturaleza como único sustento.
No hacían falta aderezos seudofilosóficos para un trabajo que, todo sea dicho, está rodado con tensión y buen pulso. No hubiera estado mal que se hubiera desnudado mucho más, en lugar de esconderse entre vacuas reflexiones.
Manuel
Barrero Iglesias
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