Declaración de guerra

7/10

La guerre est déclarée (Francia, 2011).

Dirección : Valérie Donzelli.

Intérpretes: Valérie Donzelli, Jérémie Elkaïm, César Desseix, Brigitte Sy, Elina Löwensohn.

Guión: Valérie Donzelli, Jérémie Elkaïm.

Fotografía: Sébastien Buchmann.

Montaje: Pauline Gaillard.

Idioma: Francés.

Duración: 100 minutos.

Romeo, Julieta...y Adán

El Festival de Gijón se ha quedado huérfano tras la injusta destitución de José Luis Cienfuegos. Pero siempre nos quedará su legado, todas las películas que él y su equipo han ido acercando al público español durante todos estos años. Y entre ellas, esta película. La última triunfadora del certamen asturiano bajo la dirección de Cienfuegos. Mejor película –junto a El estudiante-, mejor actriz, y mejor actor.

Declaración de guerra es todo un canto a la vida que nace desde la más absoluta honestidad. Ahí empieza a ganar Valérie Donzelli la difícil batalla que tiene entre manos. El film toma como referencia una traumática experiencia personal, ya que la misma directora sufrió la enfermedad de un hijo que se debatió entre la vida y la muerte a una muy temprana edad. Por si esto fuera poco, ella misma interpreta el papel protagonista. Y para completar el ejercicio de catarsis, Jérémie Elkaïm interpreta el rol que también le tocó sufrir en la vida real como padre de la criatura.

Y es que nadie mejor que uno mismo para contar una historia “basada en hechos reales”. Se nota que la película sale desde dentro, con la necesidad de soltar toda la tensión acumulada. Y como manifestación de gratitud por la supervivencia de la criatura. Uno de los muchos aciertos de la autora es el no jugar con el suspense, dejando claro desde el principio que la enfermedad no pudo con el bebé.

Estamos ante una película agradecida que no se avergüenza de serlo. Un optimismo que no pierde nunca la compostura ante lo terrible de la situación. Sin duda, un tono influido por la distancia y la victoria. Pero no se equivoquen. Su alegría y buen humor no se traduce en un tratamiento superficial o de sensiblería fácil. Declaración de guerra es una película muy hermosa. Pero también muy dolorosa. No es común encontrar trabajos sobre este tema que encuentren un equilibrio tan adecuado.

Lo que jamás hacen es regodearse en el sufrimiento; y a ello ayuda que el eje central sea la historia de amor, y no el desarrollo de la enfermedad. La autora nos habla principalmente de una pareja feliz que se ve sometida a una muy dura prueba. De qué forma afecta a su relación, y de cómo maduran con una fortaleza inesperada. Cierto es que los capítulos más complicados son carne de elipsis. Alguna pequeña pincelada y una adecuada voz en off son suficientes. Lo contrario hubiese roto demasiado con el tono general.

El amor. La fuerza vital. Esos son los ejes con los que se logra superar la angustia de lo contado. Unos personajes que rebosan humanidad. Y, como decíamos, todo es fruto de la honestidad que destila film. Consigo mismo, y con su público. El hijo de Donzelli y Elkaïm podrá estar muy orgulloso de la película que sus padres le han dedicado.

Manuel Barrero Iglesias