Jack
and Jill (USA, 2011).
Dirección:
Dennis Dugan.
Intérpretes:
Adam Sandler, Al Pacino, Katie Holmes, Elodie Tougne, Rohan Chand,
Santiago Segura.
Guión:
Adam Sandler, Steve Koren.
Música
original: Rupert Gregson-Williams.
Fotografía:
Dean Cundey.
Montaje:
Tom Costain.
Idioma:
Inglés.
Duración:
91 minutos.
Los
gemelos aburren dos veces
El
dúo formado por Dennis Dugan (director) y Adam Sandler (¿cómico?)
lleva unido más de una década, en unas de las relaciones
cinematográficas menos estimulantes de la actualidad. La última
ocurrencia que han parido es de lo más 'novedosa': Sandler
travestido y por partida doble, interpretando a los Jack y Jill
del título.
Y
el film no ofrece mucho más allá de la supuesta gracia que pueda
hacer ver al actor interpretando un personaje femenino. El
desagradable tono de voz hace insoportable cada aparición de Jill,
que jamás hace reír en ninguno de sus gags. Lo cual supone un
gran problema, ya que se supone que ahí está la gracia de Jack and Jill.
Así,
uno acepta estar viendo otra muestra más de la inoperancia de
algunos de los comediantes estadounidenses más casposos. Nada nuevo
bajo el sol.
Lo que cuesta más trabajo digerir es el ridículo de Al Pacino, en un personaje que debió quedarse en cameo simpático (como el que hace Johnny Depp). Pero no, a alguien se le ocurrió alargar el personaje hasta conseguir humillar a Pacino de la forma más vil.
Lo que cuesta más trabajo digerir es el ridículo de Al Pacino, en un personaje que debió quedarse en cameo simpático (como el que hace Johnny Depp). Pero no, a alguien se le ocurrió alargar el personaje hasta conseguir humillar a Pacino de la forma más vil.
Algún
aislado chiste metacinematográfico es lo único que se salva de una película
zafia, sin gracia, y aburrida. La escatología y los golpes dejan
paso a la barata moralina final, completando un cuadro de vergüenza
ajena. ¿Conseguirán superarse Dugan & Sandler en su próxima
colaboración? Difícil lo tienen. El listón ha quedado demasiado
bajo.
Manuel
Barrero Iglesias
Odio a Adam Sandler. Tiene la gracia de un parricidio. Ni en Embriagado de amor lo soporto, claro está que es una película sobrevaloradísima.
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