Dirección: Phyllida Lloyd.
Intérpretes: Meryl Streep, Jim Boradbent, Anthony Head, Alexandra Roach, Olivia Colman.
Guión: Abi Morgan.
Música original: Clint Mansell, Thomas Newman.
Fotografía: Elliot Davis.
Montaje: Justine Wright.
Idioma: Inglés.
Duración: 105 minutos.
The Old and Charming Lady
Pocos géneros (o subgénero, en este caso) son tan previsibles como el biopic. Estructuras calcadas; y una tendencia, entendible pero excesiva, a suavizar los capítulos oscuros del protagonista en cuestión, para que prevalezcan las luces sobre las sombras. Especialmente en productos mainstream, es algo inevitable. Y Margaret Thatcher no iba a ser una excepción. La ‘humanización’ de la dama de hierro es casi una obsesión del film.
¿Cómo presentar a alguien como ella de una forma amable? La fórmula más sencilla es la de que el hilo conductor sea la anciana con demencia senil. De hecho, se usa de forma descarada el recurso de los diálogos imaginados con su marido fallecido (como siempre, un gran Broadbent), para conseguir el buscado efecto de complicidad con el público.
Pero ojo, no solo la anciana resulta entrañable. Los flash-back en los que aparece la joven aspirante nos presentan a una muchacha encantadora. Por supuesto, haciendo hincapié en el hito que supuso que una mujer consiguiera liderar un mundo tan masculinizado. El film no deja de loar la tenacidad y los inquebrantables principios de la conservadora política.
Y lo peor no es que se esconda o disfrace la parte negativa de sus políticas. Siendo ya malo, es algo con lo que ya contamos. El gran problema es que Phyllida Lloyd (aquella que perpetró ¡Mamma Mia!) no consigue darle al producto ninguna entidad más allá de otro rutinario biopic más. Lo único 'novedoso' es que reparte el tiempo entre su trayectoria vital (que daría mucho más juego), y su actual estado de olvido. En lugar de servir para contrastar épocas, lo único que aporta es una sobredosis de sentimentalismo barato.
Ah, y Meryl Streep. Vamos a obviar el aspecto guiñolesco que a veces le da la caracterización como anciana, algo de lo que no es culpable. Antes de que se estrenara el film todos sabíamos que su trabajo sería uno de los más comentados de la temporada. Estamos ante el típico papel con el que cualquier intérprete medio decente se luce. Y Streep tiene ya muchas tablas como para desaprovechar la oportunidad que le brindan. Pero este es uno de esos casos en los que hay más aparatosidad que verdad. Y por muy logrado que esté el acento, solo hay que escuchar al resto para notar que ella no es británica.
En fin, así son las biografías filmadas. Y mucho más, cuando la protagonista aún vive.
Manuel Barrero Iglesias
¡Si la Tatcher era una señora entrañable!.
ResponderEliminarEntrañablemente apalizable...
ResponderEliminarNo me llama absolutamente nada la atención. Hasta las narices de biopics que no aportan nada. Ni el de Edgar me interesa, y eso que están Eastwood y DiCaprio de por medio.
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