Social Icons

sábado, 24 de diciembre de 2011

Salma Hayek: Sensualidad con carácter

Nombrar a Salma Hayek y que te asalte su imagen con poca ropa y una serpiente sobre los hombros, no es nada extraño. Es muy probable que a ella le pueda parecer triste, pero si hay una secuencia por la que se la recuerda, es aquella en la que Tarantino terminaba chupando (o más bien devorando) sus pies. Y es que eso es algo que no ocurre todos los días

La carrera de esta mexicana en Hollywood va estrechamente unida, al menos en los inicios, a la del director Robert Rodriguez, que la ha tenido a sus órdenes hasta en seis ocasiones. De hecho, fue Desperado (1995) su debut en Estados Unidos, acompañando a Antonio Banderas. En Four Rooms (1995) tenía una breve aparición en la que ni siquiera veíamos su rostro, como bailarina erótica que aparece en televisión. Fue más allá en la mencionada Abierto hasta el amanecer (1996), y volvió a contar para Rodriguez en The Faculty (1998), Spy Kids 3D (2003) y El mexicano (2003).

¿Antes de aquello? Como no podía ser de otra forma, en México empezó con las telenovelas: Un nuevo amanecer, Teresa, Sigue soñando….aunque también tuvo sus papeles en cine: Mi vida loca (1993) y El callejón de los milagros (1995). Siendo toda una estrella en México, emigró para empezar de cero en Hollywood, donde volvió a conquistar al público y hacerse un hueco entre las grandes estrellas mundiales.

Así, en los 90, participó en varios éxitos (al menos relativos). Caza legal (1995), Fugitivos encadenados (1996), Sólo los tontos se enamoran (1997), Studio 54 (1998), el encantador desastre (en el que volvía a ser bailarina erótica) que supuso Dogma (1999), o Wild Wild West (1999). Incluso hay una presencia de prestigio, en la adaptación de El coronel no tiene quien le escriba (1999) llevada a cabo por Arturo Ripstein.

Su estrella se fue oscureciendo en la siguiente década. Ya en 2000, a pesar de su testimonial aparición en Traffic, empiezan los títulos que ni siquiera tienen tirón comercial. Timecode, Enredos en cadena, o su debut en España, La gran vida. Aunque aún estaría por llegar el momento álgido de su carrera (bailes sensuales aparte), con su proyecto más personal. Frida (2002), un film que su compañía de producción puso en pie, y en el que ella se reservaba el atractivo personaje protagonista; lo que le dio su primera y, hasta ahora, única nominación a los Oscar.

El resto de trabajos son títulos tan olvidables como Hotel (2001), El gran golpe (2004), Bandidas (2006), Pregúntale al viento (2006), Corazones solitarios (2006), El circo de los extraños (2009), o Niños grandes (2010). De esa pobre época, sólo la propuesta de Across the Universe (2007) destaca un poco sobre el resto de proyectos.

Entramos en una nueva década, y Hayek la empieza con renovadas ilusiones. En Americano (2011) es dirigida por el hijo de todo un mito del cine francés, y en El gato con botas (2011) vuelve a coincidir con Antonio Banderas, aunque en este caso solo ponga la voz de su felina acompañante. Para ya mismo la veremos en lo nuevo de Álex de la Iglesia.


Es complicado librarse del estereotipo de latina explosiva. Y terriblemente difícil mantenerse cuando por detrás vienen otras más jóvenes y más altas. Pero la menuda actriz mexicana no se rinde fácilmente; y su tesón hace que luche por seguir en primera línea, por ser considerada una actriz de verdad. Mucho más allá de sus sensuales contoneos.


Manuel Barrero Iglesias



No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
 
Blogger Templates