Nombrar a Salma Hayek y que te asalte su imagen con poca ropa y una serpiente sobre los hombros, no es nada extraño. Es muy probable que a ella le pueda parecer triste, pero si hay una secuencia por la que se la recuerda, es aquella en la que Tarantino terminaba chupando (o más bien devorando) sus pies. Y es que eso es algo que no ocurre todos los días
La carrera de esta mexicana en Hollywood va estrechamente unida, al menos en los inicios, a la del director Robert Rodriguez, que la ha tenido a sus órdenes hasta en seis ocasiones. De hecho, fue Desperado (1995) su debut en Estados Unidos, acompañando a Antonio Banderas. En Four Rooms (1995) tenía una breve aparición en la que ni siquiera veíamos su rostro, como bailarina erótica que aparece en televisión. Fue más allá en la mencionada Abierto hasta el amanecer (1996), y volvió a contar para Rodriguez en The Faculty (1998), Spy Kids 3D (2003) y El mexicano (2003).
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Así, en los 90, participó en varios éxitos (al menos relativos). Caza legal (1995), Fugitivos encadenados (1996), Sólo los tontos se enamoran (1997), Studio 54 (1998), el encantador desastre (en el que volvía a ser bailarina erótica) que supuso Dogma (1999), o Wild Wild West (1999). Incluso hay una presencia de prestigio, en la adaptación de El coronel no tiene quien le escriba (1999) llevada a cabo por Arturo Ripstein.
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Entramos en una nueva década, y Hayek la empieza con renovadas ilusiones. En Americano (2011) es dirigida por el hijo de todo un mito del cine francés, y en El gato con botas (2011) vuelve a coincidir con Antonio Banderas, aunque en este caso solo ponga la voz de su felina acompañante. Para ya mismo la veremos en lo nuevo de Álex de la Iglesia.
Es complicado librarse del estereotipo de latina explosiva. Y terriblemente difícil mantenerse cuando por detrás vienen otras más jóvenes y más altas. Pero la menuda actriz mexicana no se rinde fácilmente; y su tesón hace que luche por seguir en primera línea, por ser considerada una actriz de verdad. Mucho más allá de sus sensuales contoneos.
Manuel Barrero Iglesias
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