In time

4/10
In time (USA, 2011).

Dirección y guión: Andrew Niccol.

Intérpretes: Justin Timberlake, Amanda Seyfried, Vincent Kartheiser, Cillian Murphy, Johnny Galecki, Olivia Wilde, Alex Pettyfer, Matt Bomer, Rachel Roberts, Elena Satine, Yaya DaCosta.

Música original: Craig Amstrong.

Fotografía: Roger Deakins.

Montaje: Zack Staenberg.

Idioma: Inglés.

Duración: 109 minutos.

Pólvora mojada

Cómo prometía esta película cuando simplemente era un proyecto de Andrew Niccol del que exclusivamente se conocía su interesantísimo punto de partida. Lo era porque Niccol tiene una filmografía cuanto menos interesante y porque a poco que se desarrollase una historia ligeramente sólida sobre dicho argumento, era muy complicado que la cosa saliese mal.

Las primeras dudas llegaron con el reparto. Amanda Seyfried me parece una actriz con carisma y bastante solvente, pero salvo por sus apariciones televisivas (Big love y Veronica Mars), los proyectos en los que se suele embarcar tienden a carecer de enjundia y tiran más hacia el blockbuster adolescente de turno. Por su parte, Justin Timberlake es un cantante reciclado a actor de medio pelo que solo ha convencido en La red social y, en gran medida, gracias a la maestría del conjunto. Cillian Murphy es la excepción, actor de talento con más aciertos que tropiezos en su filmografía, al que hoy podemos añadir un de estos últimos a su historial.

Más allá del reparto lo que le falla a In time es su guión, comenzado por un tono mucho menos adulto de lo que pide su argumento. Esta historia que mezcla Bonnie & Clyde, Robin Hood y los relatos de Arthur C. Clarke, hace aguas por demasiados frentes. El desarrollo de sus personajes y la relación que se establece entre ellos es esquemática y cien veces vista, las salidas de tono son continuas, como esa persecución en la que el personaje de Timberlake se detiene para decir algo así como “es que soy la hostia” (no se como lo traducirán al castellano, pero seguro que debe ser algo parecido) no tiene precio, las situaciones que resultan inverosímiles o estúpidas… demasiados elementos negativos de importancia como para pasarlos por alto.

Gran decepción con respecto a las expectativas iniciales y estupidez supina desde cualquiera de los puntos de vista existentes. Una lástima que en una época de sequía de  buenas ideas se tire a la basura una tan buena como ésta. Pocas veces un remake había parecido tan necesario como con esta película.

David Sancho