Pilar López de Ayala: Feminidad y talento.

Pilar López de Ayala es una de las mejores actrices españolas de su generación. Indiscutiblemente. Una de las pocas cosas buenas que salió de aquella serie llamada Al salir de clase. Pequeños papeles en otras series y películas de poca importancia, son los que construyen su carrera, hasta que en el año 2000 se gana un merecido respeto por sus trabajos en Báilame el agua y Besos para todos. Por esta última recibió la nominación al Goya como mejor actriz revelación.

Su consagración total llegó gracias a Juana la Loca (2001), con una portentosa actuación que estaba muy por encima de una muy mediocre película. López de Ayala tenía sólo 23 años, pero consiguió realizar un trabajo lleno de fuerza y entrega. Un auténtico derroche de pasión que le valió el Goya a la mejor actriz principal.

Desde entonces, sus elecciones han sido bastante cuidadas. Directores de enorme prestigio, y grandes producciones se alternan en su filmografía. José Luis Guerín y Manoel de Oliveira son dos directores de los que a la crítica exquisita les gusta presumir. Ambos eligieron a López de Ayala como musa para sendos trabajos en los que se idealiza la figura femenina. Ella encarna esa figura tanto en En la ciudad de Sylvia (2007) como en El extraño caso de Angélica (2010). Y no es de extrañar. Pilar es todo lo que la feminidad evoca.

No sólo eso. Además, es una maravillosa actriz que eleva el nivel de nimiedades como Bienvenido a casa (2006). Tampoco es extraño verla destacar como secundaria que eclipsa al resto del reparto. Así sucedía en Obaba (2005), por la que consigue una nueva nominación al Goya. Y muy especialmente en Las 13 rosas (2007), otra de las grandes interpretaciones de su carrera, haciendo de la sencillez una virtud.


También en un rol no protagónico ha contado con ella Agustín Díaz Yanes un par de veces. La más reciente, Solo quiero caminar (2008). Anteriormente, en aquella superproducción que llevaba a Alatriste (2006) a la gran pantalla. Otra de esas grandes producciones la ha llevado a la que es, por el momento, su última nominación al Goya. Se trata de Lope (2010), otro mediocre film en el que ella vuelve a destacar.

Con Intruders, la actriz se mete en un género como el terror, hasta ahora inédito para ella. De la mano de Juan Carlos Fresnadillo, además vuelve a rodar en inglés, cosa que no hacía desde 2004, cuando participó en El puente de San Luis Rey (2004). No es el único idioma extranjero que ha probado, en Como los demás (2008) resultaba igual de adorable en francés que en español.

Nos preguntamos cuál será el techo de esta actriz. Sinceramente, creo que está muy lejos de alcanzarlo. A sus 33 años le queda mucho por recorrer, y esperemos que sea bueno. Si Pilar López de Ayala hubiera nacido en otra época y en otro lugar, sería ya una estrella inmortal.

Manuel Barrero Iglesias