Reconozco que estaba algo desinformada cuando leí que Eddie Murphy había decidido renunciar a ser el presentador de los próximos Oscar, dado que tras la salida del productor de la gala, Brett Ratner, por sus desafortunadas declaraciones, no tenía sentido que él continuara con otra persona un proyecto que había trabajado con el cesado. No obstante, el cómico reconocía que la Academia había hecho bien en destituir a Ratner, que lo que había declarado no era correcto. Al poco, la misma web que me dejaba ojiplática con esta noticia colgaba que Billy Crystal había salido al rescate y que, una vez más, nos regalaría su ingenio en esa noche tediosa, huy, perdón, mágica, para el cine.
Mil preguntas me sacudieron la testa: ¿pero qué barbaridad ha dicho este ‘gashó’? ¿qué ha hecho ese nota aparte de dirigir El dragón rojo? ¿estaré ocupando demasiado espacio en mi disco duro con estupideces como la boda de la Duquesa de Alba que no me sonaba que Eddie Murphy iba a presentar la gala? ¿podrá hacerlo Billy Crystal con la sobredosis de bótox que lleva en todo el careto?
Ya me lo he empollado todo y estoy en disposición de hacer una sesuda reflexión de esas de 'todo a un leuro'. El pollo ese, Brett Ratner, es un tipo digno de admirar como cineasta: la trilogía de Hora punta (solo comparable a la de El Padrino); la última parte de Xmen, esa obra cumbre; El gran golpe, el clásico al que no supera ni Centauros del desierto; Family man y la mencionada El dragón rojo, qué haríamos sin ellas l@s cinéfil@s; y ahora nos acaba de regalar una comedia, que sin verla, ya huele a Lubitsch: Un golpe de altura, cuyo cartel parece encargado al mismísimo Klimt... Por lo visto es muy bueno produciendo, pero como yo soy una cateta en esas lides que venga el Brujo Perujo a defenderlo en su propia columna. Pero bueno, como la gala de los Oscar es una cuestión de producción (dicen) y el nota es tan bueno en eso (sostienen), ‘pos fale’, parece que era una buena elección, hasta que...
Brett Ratner |
Pero, a todo esto, me da pena Eddie Murphy, que quieren que les diga. No tengo la menor consideración hacia él como actor (¿ha hecho algo potable en esta vida?), pero, bueno, es un tipo que no me molesta y que, francamente, está viendo su decadencia desde hace años, al estilo de su personaje de la infumable Dreamgirls. Ser presentador de un espectáculo que siguen millones de personas en el mundo podía haberle dado un respiro y, además, sospecho que no lo hubiera hecho nada mal; lo vi en un programa de los 80 como monologuista y se me cayeron las bragas al piso de la risa. Es divertidísimo, muy ágil y tiene un humor con un puntito surrealista genial. Nada que ver con tanto histrionismo en pantalla.
Siempre nos quedará Billy. La de bromas que hará la noche de autos con esta situación; ya lo veo en el vídeo de presentación en ‘babushas’, batita, viendo Cuéntame cómo pasó, cuando de repente lo llaman de la Academia y exclama: “Again? Fuck, fuck y requetefuck!”. Pero ahí estará con su ingenio y chispa; y, la verdad, en estos tiempos tan feos, su sentido del humor debería ser de prescripción facultativa.
Consejo de frívola: Brett Ratner, ¿por qué no te callas, te dejas de bravuconadas y qué tal si ensayas a ver si te sale alguna película decente?
Isabella Della Sicilia
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