Dirección: Ruben Fleischer.
Intérpretes: Jesse Eisenberg, Danny McBride, Aziz Ansari, Nick Swardson, Michael Peña.
Guión: Michael Diliberti, Matthew Sullivan.
Música original: Ludwig Goransson.
Fotografía: Jess Hall.
Montaje: Alan Baumgarten.
Idiomas: Inglés, alemán, español.
Duración: 83 minutos.
Actionland
El homenaje en clave de humor al cine de zombies que era Zombieland le salió tan bien a Ruben Fleischer que decidió repetir fórmula, y actor protagonista (Jesse Eisenberg), con 30 minutos o menos para hacer lo propio con las películas de acción sobre bombas y robos de bancos como La Jungla de Cristal, Le llaman Bodhi o Arma Letal. Pero en esta ocasión, el resultado deja bastante que desear, fallando especialmente en la parte cómica, que en teoría debería ser su punto fuerte. Bromas por lo general poco ingeniosas, que si bien pueden despertar alguna sonrisa, la carcajada es ya otra cosa.
Dos parejas masculinas comparten el protagonismo. Por un lado, 'los buenos', Nick y Chet (Jesse Eisenberg y Aziz Ansari), pizzero a domicilio y maestro respectivamente; y por otro, 'los malos', Dwayne y Travis (Danny McBride y Nick Swardson), gañán con padre rico y su perrillo faldero. Ambas parejas sufren durante todo el metraje de una enorme apatía general salvo en momentos puntuales como cuando a Chet se le sube a la cabeza el rol de ladrón de bancos o Travis finalmente hace frente a Dwayne.
Muchas películas en las que sus personajes principales resultan ser incapaces de sostenerla como deberían, son levantadas a flote gracias a la presencia de unos secundarios con fuerza. Pero este no es el caso. Si bien, tanto el padre de Dwayne -marine rico por ganar la lotería-, como el sicario que contratan para cargárselo poseen bastante potencial; éste es desaprovechado en unas escasas apariciones estelares. Mientras que el personaje de la hermana de Chet, y objeto romántico de Nick, sirve meramente como la típica chica de la historia y poco más.
Nos queda por tanto una película con una historia sin demasiado fondo, bromas chabacanas, una persecución aceptable, algún guiño gracioso, una acertada banda sonora, y que puede llegar a ser entretenida para el público menos exigente. Por lo menos dura poco más de 80 minutos.
M. Lofish
Hacía tiempo que no me aburría tanto con una película de entretenimiento.
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