Tiros, machetazos, patadas y katanas.
The Raid
La acción de The Raid se centra en un edificio de Yakarta, nido de los más peligrosos asesinos, traficantes, drogadictos y gángsteres de la ciudad, al que ni la fuerza de la ley osa acercarse. Sin embargo, una unidad de élite de la policía intentará tentar a la suerte e introducirse en este avispero de criminales para capturar a un pez gordo de la droga que tiene el dominio sobre el edificio. Pero llegar hasta el último piso donde éste se encuentra sin llamar su atención se torna imposible y es entonces cuando empieza el festival de tiros, machetazos y patadas entre ambos bandos.
Vuelta a lo grande de Gareth Evans tras Merentau, haciendo exhibición -de nuevo de mano de Iko Uwais- del estilo de artes marciales indonesio, Pencak Silat. Calificada como una mezcla entre La Jungla de Cristal y Asalto al Distrito 13, entusiasmará a los amantes de las películas de acción y artes marciales bien hechas. Y ésta es deslumbrante, con un ritmo y unas coreografías que arrancan el aplauso por parte del espectador tanto por la impecable ejecución de Iko Uwais y sus contrincantes, como por la excelente dirección de Gareth Evans. Escenas bien hiladas sobre una trama básica con algún pequeño giro de guión que mantiene la tensión sobre la historia, aunque no se puede negar que la verdadera fuerza de la cinta está fundamentalmente en las escenas de acción. Sobresaliente y de lo mejor que se ha podido ver en esta edición del Festival.
Gantz
Adaptación del manga de Hiroya Oku con guión a cargo de Yûsuke Watanabe, uno de los guionistas del equipo que se encargó de llevar otro manga, 20th Century Boys, con gran éxito al cine recientemente.
Dividida en dos, la primera película (Gantz) presenta a los personajes principales sobre los que gira la historia, Kurono y Katou, dos jóvenes japoneses, y la misteriosa esfera negra que es Gantz. Cuando alguien muere en la realidad Gantz le da una nueva oportunidad mediante una especie de concurso donde se le presenta la posibilidad de revivirse a sí mismo o a la persona que tú elijas una vez hayas conseguido 100 puntos. Estos puntos se consiguen en las misiones que les va presentando Gantz y que consiste en matar aliens que habitan en nuestro mundo. Así, veremos una sucesión de misiones entremezcladas con las vicisitudes personales de nuestros protagonistas. Las secuencias de acción, a pesar de la buena puesta de escena, no llegan a ser lo suficientemente potentes y la acción en conjunto se hace un poco lenta y un tanto repetitiva dando la sensación que han dejado lo bueno para la segunda parte.
En la segunda película (Gantz: Perfect Answer), se introduce nueva trama, mucho más interesante que la simple sucesión de misiones que era la anterior. Por una parte, un grupo de aliens de apariencia humanoide y capacidades metamórficas intenta acabar con Gantz en venganza por querer exterminarlos, y por otra, nuevos miembros se unen al equipo de Gantz con un denominador común en particular. Lo mejor de esta segunda parte es una trepidante escena de lucha de katanas, con ciertos aires de Matrix y Terminator 2, entre el equipo de Gantz y los aliens en el interior de un tren en marcha del metro de Tokio. Pero parece que ahí se quedó todo el esfuerzo, a continuación baja en picado el ritmo que no consigue levantar ni la escena de acción final, que se hace interminable y sin el menor interés, rematada por un emotivo desenlace.
Una adaptación que se queda a medio gas, probablemente, por lo que parece un intento de satisfacer a los fans de la serie, a la vez que llegar a un área más grande de público suavizando notablemente lo que es el manga, en lugar de arriesgarse.
M. Lofish
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