"El carisma es lo que te hace ser hermosa"
Tuvo su momento de gloria con 26 años, cuando participó en aquella película-fenómeno que fue El Cartero (y Pablo Neruda). Ahora tiene ya 43 años, pero desde entonces no ha dejado de trabajar. En proyectos de más o menos calidad. En superproducciones como James Bond, o en el cine más independiente. Y buscándose las habichuelas si hace falta. Porque aparte de actriz, esta belleza italiana también es productora. Charlamos con ella con motivo del estreno de Transgression, un thriller dirigido por el español Enric Alberich.
Por Manuel Barrero Iglesias
-Tu personaje en Transgression es una mujer guapa casada con un hombre rico, buscando la riqueza y el poder ¿crees que una mujer que lleve este tipo de vida puede llegar a ser realmente feliz?
No creo que verdaderamenete lo sean. Al principio puedes ser feliz, porque piensas que la riqueza, los coches bonitos, los vestidos...son una vida de fábula. Pero vivir con alguien al que no amas, te lleva a vivir una vida de muerta. El amor te hace latir el corazón. Si acabas con ese latido para vivir una vida sin sentimiento, vives una vida de muerta. Personalmente, no podría vivir nunca así. Soy pasional, necesito sentir. No me interesa el dinero. En mi carrera elijo las películas que me gustan. Después de haber obtenido el éxito, lo que verdaderamente vale es hacer cosas que te hacen sentir viva, que te divierten.
-En la película, el motor que mueve a los personajes es la avaricia. ¿Crees que el mundo actual también se mueve demasiado por la codicia?
El poder, más que otra cosa. Esta historia es muy moderna, muy actual. Cuenta que detrás de la apariencia, la mayor parte de ellos han renunciado a su propia vida por el poder. Cuando los ladrones entran en la casa, realmente no encuentran víctimas. Encuentran el Purgatorio de Dante. Cuando encuentras el infierno, quizás te da la posibilidad de volver atrás, de ir al paraíso. Pero para quien ya está en el poder, es una droga. No puede renunciar a ello, aun a costa de la vida.
-En esta película apareces como productora asociada, ¿cuál ha sido tu papel en la labor de producción?
En realidad, no he hecho mucho. Quería formar parte del proyecto desde el punto de vista productivo para tener un control, y saber que en Italia la podríamos estrenar algún día.
-No es la primera vez que ejerces como productora. ¿Por qué decidiste dedicarte a esta faceta?
Porque trabajar en la producción te da el poder de entrar mejor en el proyecto, de tener más decisión en las elecciones que se hacen en el montaje. Casi siempre produzco sola, o hago coproducciones. Normalmente, cojo los proyectos de una idea, desarrollo el guión, pongo en contacto al director y los actores, y sigo el proyecto desde el principio. Rara vez me asocio, como en esta película. Aquí me contactaron, en principio como actriz. Luego me preguntaron si quería meterme en la producción, así que no he seguido el proyecto desde el principio.
-Ya llevas 20 años de carrera, y en ningún momento has parado de trabajar. Pero me gustaría que valoraras la calidad media de las películas en las que has participado. Si estás satisfecha, o crees que podrías haber participado en mejores proyectos.
Cada vez que empiezas una película, piensas que es hermosísima, algo de muy alta calidad. Nunca lo sabes hasta que se estrena, porque luego el público es el que da el voto.
-Siempre se habla de las dificultades que tienen las actrices cuando llegan a una cierta edad para encontrar papeles interesantes, ¿está de acuerdo con esto?
No existe una edad para los actores. Creo que es una manera un poco de llorar, y de decir las mujeres que no nos llega trabajo. Yo he hecho tantísimas cosas en mi vida...He empezado como actriz, luego como productora, y ahora he comenzado a dirigir. Me he movido mucho, y no me quedo en casa esperando un guión. Cuando la historia es bonita, yo me la produzco. Con mucho trabajo, porque no es fácil. Es mucho más sencillo ser sólo actriz: leer, te maquillas, estás estupenda...producir es un trabajo enorme. Encontrar el dinero, seguirlo todo, poner a todo el mundo de acuerdo. No es fácil. Pero me evita decir que no hay papeles, que no hay historias. Mis últimas películas han sido de todo mujeres: directora, directora de fotografía... Pero también produzco cosas de directores muy jóvenes, que quizá nadie les dé la posibilidad, porque es muy difícil lanzar a alguien que no es famoso.
-Lo preguntaba porque las actrices, en general, parece que siempre se tienen que mantener bellas, y muchas recurren a la cirujía, algo que me parece muy injusto.
Creo que es un error, porque no puedes llegar a los 60 años, con el cuerpo de una de 60 y la cara de una de 20. Eso es un monstruo. Debes vivir tu vida en función de tu edad. Y es bonito tener una cara que te cuenta la historia, porque hay una cosa que no envejece nunca: el carisma. Yo he conocido actrices llenas de arrugas, que son hermosas y te puedes enamorar locamente, porque tienen carisma. El carisma es lo que te hacer ser hermosa cuando ya no lo eres.
-Nosotros te conocimos en España, sobre todo, por El cartero (y Pablo Neruda) y El día de la bestia. Me gustaría que me comentaras cómo fue trabajar junto a Massimo Troisi, que ya estaba enfermo durante el rodaje, y murió pocos días después de finalizado.
Cuando empecé El cartero, estaba muy emocionada, porque era mi primera película. Me dejó en herencia una película que me abrió las puertas de todo el mundo, e hizo que el público me amara. Se lo debo a Massimo y esta película. Me regaló una de las cosas más hermosas del mundo: el éxito. Hace ya 17 años de esto. Y cada día de mi vida, en cualquier parte del mundo, siempre hay alguno como tú, que me pregunta por El cartero. Y eso me hace sentir una persona muy afortunada
-¿Y con Álex de la Iglesia?
Fue una película que hice justo después de El cartero. Cuando Massimo murió, tuve un momento de gran confusión. la película tuvo un éxito increíble, y yo estaba sola. Me encontré en una situación que me superaba. Gracias a él salí fuera de Italia. Venir a España, conocer a Álex con su locura, y lanzarme en una película completamente distina; me dio la posibilidad de encontrar la fuerza en mí misma, y seguir haciendo este trabajo. Me lo pasé fenomenal, me divertí muchísimo. España es siempre una segunda casa para mí, donde llego y soy mucho más libre. Tengo que dar gracias a España, porque me da libertad.