No habrá paz para los malvados

8/10
No habrá paz para los malvados (España, 2011).

Dirección: Enrique Urbizu.

Guión: Enrique Urbizu y Michel Gaztambide.

Intérpretes: José Coronado, Rodolfo Sancho, Helena Miguel, Juanjo Artero, Pedro María Sánchez.

Música original: Mario de Benito.

Fotografía: Unax Mendía.

Montaje: Pablo Blanco.

Idioma: Castellano.

Duración: 104 minutos.

Revitalizando el cine español a hostia limpia

La nueva película de Enrique Urbizu ha generado gran expectación, los críticos han sido prácticamente unánimes al alabarla y ahora solo falta comprobar si la respuesta del público es similar. La verdad es que la película tiene mimbres para ello: una producción muy trabajada, unos actores a gran nivel, un guión sin fisuras y una dirección con mucho nervio en la que destacan unas escenas de apertura y cierre absolutamente espectaculares.

La película trata de un policía que se encuentra en momento especialmente malo, un hombre impetuoso que comete un grave error y que se ve obligado a intentar borrarlo contrarreloj, mientras que se desarrolla una investigación paralela que jugará también en contra de este Santos Trinidad tan bien interpretado por José Coronado.

De entre sus virtudes me gustaría destacar que fui incapaz de encontrar incongruencias en su guión, y buscarlas en una de mis mayores manías cuando veo películas como esta, además de que es una película con buen guión en el que nunca te pierdes, algo normal en los thriller en los que te están diciendo nombres continuamente y la historia se desarrolla desde varios ángulos a la vez. La narración es clara y directa, no aburre en ningún momentos y cuando la película acaba te quedas con ganas de ver más.

Tal vez podamos ponerle como pega que el personaje de Coronado está poco desarrollado, que nos dan pocos datos de porqué actúa como lo hace, no nos hablan de traumas del pasado, simplemente un esbozo de un incidente con un compañero cuando trabajaba en la embajada española en Colombia, algo que para muchos será insuficiente pero que yo celebro por el hecho de que, en gran parte, la clave de la película está en su ritmo, el cual podría haber decaído si se hubiesen ido por otros derroteros en pro de un personaje más complejo.

Reconozco que no soy  muy fan del cine español, creo que los proyectos que se llevan adelante no suelen ser los que destacan por su calidad, inundando la cartelera de comedias de medio pelo y cintas sobre la guerra civil cien veces vista, pero de vez en cuando se reúnen en la  cartelera películas como esta o la de Almodóvar que me devuelven la fe en nuestra industria cinematográfica. 

David Sancho