Sin ser una de las actrices más populares, ni estar entre las más laureadas, y a pesar de no tener una horda de seguidores, Elena Anaya ha conseguido, a sus 35 años, una de las carreras cinematográficas más sólidas y consolidadas del panorama español que va en aumento. Una prueba de ello es la película que se estrena esta semana: La piel que habito, última película de Pedro Almodóvar.
Desde su primer trabajo con Alfonso Ungría en la película África, allá en el 1996, ha trabajado con algunos de los mejores cineastas de nuestro país: Fernando León de Arona (Familia 1996), Agustín Díaz Yanes (Sin noticias de Dios, 2001 y Alatriste 2006), Julio Medem (Lucía y el sexo, 2001 y Habitación en Roma 2010), el ya citado Pedro Almodóvar (Hable con ella 2002) y Jaume Balagueró (Frágiles 2005).
Sin duda alguna la recompensa a su esfuerzo vino de la mano de Julio Medem al seleccionarla para el sensual papel de Belén, la niñera en Lucía y el Sexo. Sus primeros planos resultan de una gran intensidad, provocada por su hipnótica mirada acentuada por esos ojos de diferente color. Esta película le dio un mayor reconocimiento en la industria del cine en España, tanto que fue llamada por Almodóvar para interpretar un brevísimo personaje en Hable con ella. Evidentemente aceptó el trabajo, ¡qué actor puede negarse a trabajar con el manchego! También obtuvo una nominación a los Goya a la mejor actriz de reparto y el premio de la Unión de Actores.
Y parecía que iba a ser la perenne actriz secundaria, hasta que el director novel Gabe Ibañez la llamó para protagonizar Hierro (2009). Todo un reto para ella y todo un acierto para la película ya que deslumbra con su interpretación al espectador.
En el 2009 volvió a repetirse el tandem Medem-Anaya con Habitación en Roma, esta vez Elena carga, junto a Natasha Yarovenko, con peso interpretativo. Una película marcada por las medias verdades, por los sentimientos más básicos e intensos surgidos en una noche de verano en la capital italiana. Una absoluta entrega por parte de ambas, que se desnudan en cuerpo y alma. Por este papel obtuvo una nominación a los Goya a la mejor actriz protagonista.
Su talento interpretativo se ha exportado al extranjero. Su primera incursión fue con la mexicana La habitación azul (2002) y dos años después aterrizó en la industria hollywoodiense con Val Hensing de Stephen Sommers y posteriormente en Savage Grace consiguió otro papel secundario. Pero Elena Anaya no sólo se atreve con películas en inglés, sino que también ha rodado dos películas en francés como son Mesrine: Parte 1. Instinto de muerte y À bout portant.
Esmeralda Gibaja
Nunca me ha convencido esta actriz, y mi opinión se confirmó cuando la vi en teatro, estuvo absolutamente horrible. Pero es cierto que de vez en cuanto hay un papel que le queda bien, o que el director sabe sacar algo más de ella y acaba por destacar, su papel en la nueva película de Almodóvar es uno de ellos.
ResponderEliminarHay un dicho que dice: No te preocupes cuando hay gente que opina bien de ti y otro publico que hace todo lo contrario; preocupate mas bien cuando a todo el mundo le caes bien.
ResponderEliminarSe que hay gente, como todos, que no son fanaticos o no les gusta esta actriz, prefiriendo otras que cruzan el atlantico o que son mas voluptuosas. Por mi parte, me ha cautivado esta profesional, no por ir caminando de ves en cuando por bonitos lugares por la alfombra roja, sino por su personalidad que se traduce en su trabajo, una mezcla extraña entre la sencillez y simpleza de una paloma y la fortaleza que irradia un leona. Algo que me es dificil de percibir en los artistas actuales donde creen vivir en una burbuja o algo irreal.