Manuale d'am3re (Italia, 2011).
Dirección: Giovanni Veronesi.
Intérpretes: Robert de Niro, Monica Bellucci, Ricardo Scamarcio, Laura Chiatti, Carlo Verdone.
Guión: Giovanni Veronesi, Ugo Chiti.
Fotografía: Giovanni Canevari.
Montaje: SPatrizio Marone.
Idioma: Italiano.
Duración: 125 minutos.
Amor de manual
No era nada excepcional, pero tampoco le vamos a negar a Manuale D’amore (2005) cierta simpatía poco pretenciosa. Una película perfectamente olvidable no exenta de un encanto que la hacía ideal para un consumo rápido y despreocupado. Incluso tenía algún pequeño detalle que la hacía destacar. Tras su éxito en taquilla, los responsables han querido explotar el filón. No he tenido oportunidad de ver la segunda parte (aunque parece que ya bajaba la calidad respecto a la original), pero podemos decir que esta tercera es un auténtico despropósito.
A Veronesi el invento no le da para mucho más, y ya empieza reduciendo de cuatro a tres el número de episodios que componen el film. En este caso, tres etapas de la vida: Juventud, Madurez, y Más allá (¿?). Resulta curioso que no haya una historia dedicada realmente al amor juvenil; ya que la protagonizada por Ricardo Scamarcio versa, más bien, sobre el paso hacia la madurez. Y la que corresponde a esta etapa está casi en la senectud. Mientras, lo de “más allá”, que suena muy ultratumba, es un simple eufemismo para no decir “vejez”.
Pero esta disminución de contenido no redunda en una mayor calidad del film, que brilla por la ausencia de chispa y originalidad. Como afirma Veronesi se pueden escribir millones de historias acerca del amor. El problema es que ya se existen millones de esas historias. Sabemos que es difícil hacer algo original, pero estaría bien alejarse un poco del esperpento.
El capítulo sobre la juventud, siendo el menos lamentable de todos, reúne una sarta de tópicos incontables. Sobre la infidelidad, el miedo al compromiso, las dudas vitales…Incluso sobre la vida en el campo, y hasta la especulación urbanística. Todo de auténtico manual. Manual de principiante.
El segmento sobre la madurez degenera en una astracanada, un sinsentido en el que el veterano Carlo Verdone da rienda suelta a todo su histrionismo incontrolado. Una especie de Atracción fatal de vodevil, que intenta salir de su ridículo con un final que pretende dejar un poso entre amargo y tierno.
Por último, un fragmento que sirve para reunir a una pareja con nula química. Robert de Niro y Monica Bellucci forman la improbable pareja. Él, desatado con los tics que le acompañan en estos últimos (y tristes) años de su carrera. Ella, con una inexpresividad que no sabemos si es provocada por alguna intervención quirúrgica, o por el papelón que le toca desempeñar. En todo caso, otra historia mil veces vista, sobre que nunca es tarde empezar una nueva vida.
En fin, un saga que parece agotada, y que nunca debió haber trascendido de aquella primigenia obra poco importante, pero bastante fresca y amena.
Manuel Barrero Iglesias
La primera ya me generó estupor, así que no me planteo ver la segunda, mucho menos la tercera y de una cuarta futura entrega ni te hablo.
ResponderEliminarOtra muestra de la decadencia absoluta de DeNiro.
La primera ya me generó estupor, así que no me planteo ver la segunda, mucho menos la tercera y de una cuarta futura entrega ni te hablo.
ResponderEliminarOtra muestra de la decadencia absoluta de DeNiro.
¿Por qué Robert de Niro se empeña en darme un disgusto tras otro? ¿No se da cuenta que mi amor incondicional empieza a hacer aguas?. Qué mala vida me das, caro mio.
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