L'affaire Farewell (Francia, 2009).
Dirección: Christian Carion.
Intérpretes: Guillaume Canet, Emir Kusturica, Willem Dafoe, Dina Korzun, David Soul.
Guión: Christian Carion, Eric Raynaud.
Música original: Clint Mansell.
Fotografía: Walther van den Ende.
Montaje: Andrea Sedlácková
Idiomas: Francés ,inglés, ruso.
Duración: 113 min.
El espía que surgió del frío
El cine de espías tiene dos caminos posibles que tomar. Por un lado, está el espionaje a lo James Bond. Ficción inverosímil, peligro constante, persecuciones, explosiones...en fin, pura acción adrenalítica. Un género resucitado en los últimos años por la saga Bourne, y el Bond de Daniel Craig.
No es el caso que nos ocupa. El caso Farewell sigue la senda opuesta. La pausada y reflexiva, la que intenta desentrañar los entresijos y recovecos de las intrigas perpetradas, por lo general, en el Siglo XX. Un cine que suele acudir a la realidad, buceando en hechos relevantes para la humanidad.
El film se fija en un caso real que cambió el curso de la Historia (al menos, eso reza el reclamo publicitario). En plena Guerra Fría, un desengañado coronel ruso se empeña en sacrificar su vida por lo que él entiende que es el bien para su patria. Un, en principio, material apasionante, en el que se ve envuelto un joven francés que nada tiene que ver con estos tejemanejes.
Aquí comienzan los problemas. Un actor tan limitado como Guillaume Canet no es capaz de soportar con solvencia el peso de la trama. Nunca consigue transmitir del todo lo atormentado de un personaje que se ve sobrepasado por las circunstancias. Y es que la película nunca llega a aprovechar todo su potencial, quedando en una rutinario relato que no despierta pasión alguna.
Quizás en su último tramo sí lo haga, pero más por la inercia del interés del mismo caso que por la forma en la que se cuenta.
Manuel Barrero Iglesias
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