¿Por qué lo llaman amor...? (I)

Lo siento, bellíssima. Entre tanta noticia fea e indignada, tengo que confesarte, Elisabetta, que me has alegrado la semana. George Clooney vuelve a estar soltero, alabado sea Dior. Dos años de amor, o lo que sea, y ya os veía (desconsolada, desolada, al borde del suicidio) en capilla y criando lindísimos bambinos a las orillas del lago Como. Tú podías, porque si él es el UOMO por excelencia, tú eres, al menos por envoltura, una pedazo de DONNA. Aunque (o precisamente por ello) tú no hables ni papa de inglés y no sabemos el control de él de la bella lengua de Fellini, se os veía tan bien... pisando alfombra roja vestiditos de Armani, navegando, en moto por Los Ángeles. Pero no. Y emulando a mi amiga Lagradisca, tú te debes estar preguntando, mientras desgarras los armanis y te hinchas a Nutella: “ma cooooomooooooooo!!!!!”, que viene a ser como los “¿¿¿¿por qué????!!!” de Mourinho.

Te explico, tocaya mía. George es encantador como su Danny de Ocean's eleven. Inteligente y arriesgado, como demostró dirigiendo Buenas noches y buena suerte. Divertido como sus personajes 'coenianos' en O brother, Crueldad intolerable y Quemar después de leer. Comprometido para mojarse en las películas Syriana o Michael Clayton. Tan tierno como su pediatra de Urgencias. Gamberrete para no importarle doblar personajes de South Park (sí, ha interpretado a un perro gay). Sexy hasta desarmar en Abierto hasta el amanecer y Un romance muy peligroso. Guapo y atractivo, para volar eternamente con él en Up in the air.

En definitiva: IRRESISTIBLE... para ser su mejor amiga. Vete de copas con él, cuéntale que tu novio es un petardo e incluso, y dado que debe ser imposible evitarlo, échale un casquete (o dos) pero no le pidas que se case contigo. Lo puedes retener, crearte un mundo feliz a lo show de Truman, pero no esperes que participe de ello para siempre. Creo que tiene su récord 'parejil' en dos años: pues ya está, tuviste tu maravillosa oportunidad, no todas (aunque tampoco tantas dada la trayectoria del galán) la hemos gozado. Ahora deja paso a otras, chata.

Me dirijo ahora a ti, George, y es que, tras la ruptura, estalla la rumorología. Me deja ojiplática ese chisme en el que asocian tanto cambio de pareja, como les pasó a los también estupendos Cary Grant y Rock Hudson, a que no has salido del armario. No es que no me lo crea, es que ni quiero, ni puedo: ¿por qué no pueden ser gays Steve Buscemi, Danny de Vito o Eduardo Gómez? ¿por qué siempre les toca a los chulazos? ¡No es justo!

No obstante, si así fuera, en mi infinita tolerancia y porque la comunidad gay te merece, lo aceptaría. Como aguanto que las parejas que eliges no suelan alejarse del 90-60-90. Ahora bien, ni resistiré ni sobreviviré si se materializa el rumor que señala a la apalizable Sandra Bullock como la culpable de que hayas abandonado a la Canalis.

Consejo de frívola: guárdate las espaldas Miss Agente Especial, porque mis 88 maníacos van a por ti.

Isabella Della Sicilia