Hanna (USA-Reino Unido-Alemania, 2011).
Dirección: Joe Wright.
Intérpretes: Saoirse Ronan, Eric Bana, Cate Blancett, Tom Hollander, Paris Arrowsmith, Olivia Williams.
Guión: Seth Lochhead, David Farr.
Música original: The Chemical Brothers.
Fotografía: Alwin H. Kuchler.
Montaje: Paul Tothill.
Idiomas: Inglés, francés, alemán, italiano, árabe, español.
Duración: 111 minutos.
Flic flac
Joe Wright se ha ganado ya a pulso el calificativo de “piscinero” número uno del cine actual. Le gusta el revolcón gratuito, el tirabuzón innecesario, la provocativa exageración. Le gusta demostrar que es un virtuoso, que no se arruga para planificar ese plano imposible que surge de la nada para aportar nada, poniendo en cuestión si aquello que nos muestra es mero lucimiento impersonal o personal expresión de lucidez.
Me gustó mucho la preciosa Orgullo y Prejuicio, donde se empapa de Austen sin empalagar, y me encantó su Expiación, película que no salió muy bien parada por una parte de la crítica pero que a mí me aportó todo lo que de ella esperaba: grandes y seductores momentos y una historia pasional que juega con la realidad y lo imaginado de manera sutil, acertada y conmovedora. Pese a los tirabuzones... pese a ese largo y, en mi opinión, hermoso plano-secuencia, por todos recordado.
Tras El Solista (un “quiero y no puedo” deslumbrante a veces, decepcionante, con el material que había, en su conjunto) nos llega ahora una nueva pirueta de Wright. Se titula Hanna y es un declarado cuento para mayores que se nos muestra como tal en cada instante sin tapujos, hasta desembocar en ese decadente parque temático abandonado, con su bruja mala, su casita nevada y su lobo feroz. Y como tal cuento debe ser visto y valorado porque, de no ser así, el filme se termina perdiendo en sí mismo a los veinte minutos puesto que, aunque el director se ha referido a Greengrass y a los films de Bourne como inspiración, no quiere ser otra cosa (nunca una película de espías, nunca una búsqueda ni una venganza, sólo una fábula, cuya única moraleja es vencer al mal, en la que casi todo vale).
A medio camino entre el Kill Bill más salvaje y gamberro y una road movie repleta de tópicos relativos allí donde la caravana para, Hanna vacía su (leve) argumento para entregarse a aquello que mejor sabe hacer su director: abrumarnos con su talento para crear escenas y secuencias llenas de vida, llenas de energía, volviéndonos a regalar desbordantes imágenes, secuencias simplemente magníficas (como la del muelle de carga y la lucha entre contenedores) y, de nuevo, uno de esos planos-secuencia (el de la persecución de Bana y posterior pelea) hipnóticos y, en este caso, tan válido como imprescindible.
Eric Bana, sigue pareciéndome un actor muy interesante. Me lo parece desde que pude disfrutar junto a su personaje de uno de los títulos que más y mejor van creciendo en mi memoria de todo el cine reciente, el Munich con la que Spielberg rodó su más impecable, madura, comprometida y sensata producción. Junto a Bana, redondean el reparto, la ya habitual en el cine de Wright, Saoirse Ronan y una calculada y calculadora Cate Blanchett
Si entras en el juego (cosa que es entendible no le suceda a mucha gente) Hanna te agarra del cuello y ya no te suelta hasta que cierra el círculo, hasta que acaba con todo y con todos.
Y hablando de círculos, de redonda se puede calificar la elección del grupo The Chemical Brothers para acompañar con su música las andanzas del trío protagonista. Para un amante de la música electrónica como yo es toda una sorpresa, pero lo es aun más al ver cómo encajan a la perfección sus sonidos con la acción mostrada.
Joe Wright ha construido su obra más personal, aquella en la que ha podido mostrarse tal cual es con mayor evidencia. Una obra donde prima la estética y donde juega con la imagen y el sonido para recrearse en sus virtudes. Lo ha debido disfrutar. Yo lo hice contemplando el resultado. Su próxima parada tiene nombres y apellidos, nada menos que los de León Tolstói y su Anna Karenina. Ya estoy impaciente.
Leer esta crítica hace que quiera ver la película.
ResponderEliminarSi la veo, comentaré mis impresiones sobre ella.
Gracias por aconsejarme entrar en esta página.
Un abrazo veraniego de Mos desde mi orilla.
Ey!! Mos, ¡qué alegría leerte por aquí!
ResponderEliminarGracias por pasearte por Tierra Filme.
Habrá que refrescar este calorcito visitando tu orilla o tomando una cervecitas por la bella Fuenlabrada. ;))
Muchas gracias a ti, Mos, por ser lector de este rinconcinto cinéfilo. Seguiremos recomendando buen cine.
ResponderEliminarAl menos, esa es la intención.
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